En la fabricación tradicional de espadas japonesas, el kissaki es la punta de la hoja de una katana u otra espada japonesa. Se encuentra en el extremo opuesto a la espiga y suele ser puntiaguda y ligeramente curvada. El kissaki es una parte esencial del diseño de la hoja, ya que ayuda a concentrar la fuerza de un golpe y permite a la espada atravesar armaduras u otros obstáculos.
El kissaki puede adoptar diversas formas y estilos, dependiendo de las preferencias del espadachín y del uso al que se destine la espada. Entre los kissaki más comunes están el ikubi-kissaki (corto y puntiagudo), el o-kissaki (largo y delgado) y el chu-kissaki (medio-largo y ligeramente curvado).
Crear un buen kissaki requiere un alto nivel de destreza y artesanía, ya que la hoja debe moldearse y afilarse cuidadosamente para conseguir la forma y el equilibrio deseados. Un kissaki mal hecho puede dar como resultado una hoja débil o ineficaz, mientras que un kissaki bien hecho puede mejorar la capacidad de corte y perforación de la espada.